sábado, 16 de abril de 2011

Instrumentos

Dicen que somos instrumentos de Dios. Parafraseando a San Francisco de Asis, en su oración, Señor hazme instrumento de tu paz, y muchos autores de espiritualidad nos califican a los seres humanos de Instrumentos. Entonces, si soy Instrumento, es mi responsabilidad cuidarlo, afinarlo, e intentar que su sonido sea armónico. Una guitarra, sonará como guitarra. Un violín, sonará como violín, y yo, cómo se supone que suene yo?. Qué melodía emitiré, la que me guste a mi?, la que guste a otros?, Lograré el equilibrio para que guste a ambas partes?. Respetaré mi sonido, sea el que sea?. Y cómo puedo saber acerca de esto. De cómo se oye mi sonido?. Con el eco, querida mía. Esa es una manera. Sabiendo cómo te sientes de verdad cuando tu sonido vibra con fuerza, y sale del alma, y te inclinas ante su belleza!

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